Las cenizas de la inocencia

Desde la misma portada, contraportada y primeras páginas se nos van a dar muchas pistas. La contraportada nos da pistas sobre la perspectiva y la no-interpretación de la novela: “en las calles de la capital se está librando una nueva guerra…” dejando en al aire que otra vez, los españoles luchan por su supervivencia, sin un contexto que lo justifique ni cuestionando las causas. No hay golpe de Estado ni fascismo o autoritarismo. Sólo españoles, que diría aquél. No se cuestiona o analiza la realidad, sólo se narra.

En el primer párrafo se nos desvela un hecho traumático que le ocurre al protagonista. Mató a un hombre siendo apenas un adolescente. De ahí el título, su historia son las cenizas de la inocencia.

Por último, el nombre del protagonista: Emilio. Una alusión, que se me antoja socorrida, al Emilio, obra fundamental sobre educación, escrita por Rousseau en el siglo XVIII. Lo narrado serán, entonces, el aprendizaje de nuestro Emilio, sus penurias, aventuras y miserias serán un “aprendizaje” para la vida. La vida es dura, al que le toca le tocó, parece decirnos un poco por lo bajini el autor. Hay que aprender de ella, aceptarla como viene, con determinada resignación.

También, los nombres del club y de los personajes me han parecido estereotipados, pero van en consonancia con una historia ligera y que, a pesar de todo lo dicho, es clara y eficaz. Está bien contada, que es lo que cuenta si uno quiere entretenerse un pasar el rato con la lectura.

Historia de mafia a la española que se ambienta en la posguerra. El Club de Jazz quiere ofrecer un entorno de sofisticación estereotipada, como tratando de atenuar la mugre y el olor a pobreza que se adivina en la escenas, que están bien para escribir una novela pero queda feo cuando uno se empieza a fijar en los detalles. Tics de autor que quiere observar desde la distancia desde la distancia piadosa. Un sentimiento, por otra parte bastante conservador. Eso provoca que los personajes se mueven como marionetas en este tipo de narraciones, en mi opinión. No tienen la vida que deberían.

La historia es ésta: un joven sobrevive con su madre viuda en el Madrid de posguerra. Viven en una buhardilla en un Madrid gris y hambriento. Su padre murió en la guerra civil, pero no condiciona el tono del relato. La guerra civil ocurrió, pero no se cuestiona, ni siquiera para relacionarla con la miseria que describe el libro.

Las buenas novelas pueden ser sólo un relato eficaz y entretenido. Ésta lo es. Sin embargo, lo que marca un buen escrito de otro mejor es la capacidad para contextualizar y comprender, junto al lector, a medida que avanzan las páginas, las causas de la realidad que está narrando. Eso no ocurre aquí.

Un poco por encima del nivel de las novelas que Random House me ha ofrecido en el tiempo que llevo con Edición Anticipada, creo que , si hay que puntuarla, esta novela ronda el 5-6 sobre 10.

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